Nací en Montevideo, Uruguay, de una mujer valiente que me confió la vida. Y con ella, las semillas del cuidado, de la intimidad compartida, del tiempo circular y de la complicidad de las almas resonando, en las que se enraíza mi trabajo.  Nací de un hombre también valiente, que sembraba amaneceres y que me enseñó a explorar más allá de las fronteras, en especial esas que creemos nos definen. 

Después de vivir en Uruguay, me mudé a Argentina, luego a Paraguay, a Barcelona, de nuevo a Paraguay y más tarde a Francia, donde resido actualmente. 

Con 29 años, viajé a Barcelona a continuar mis estudios por un año y me quedé 13 ! Como muchas veces sucede, los aprendizajes más significativos los tuve fuera de los muros de la universidad.

Hasta entonces, había visto el ciclo menstrual, el parto y la menopausia como fardos de nuestra biología. Pero allí, logré transformar las narrativas sobre estas etapas y pude dejarme transformar por ellas. Así, descubrí en nuestra naturaleza cíclica, una aliada; en el parto, la sabiduría que el cuerpo guarda y en la menopausia, un camino de vuelta a casa.

Mis propuestas unen tres de mis pasiones: la comunicación, la educación y la sexualidad. Así como todo lo que me aportaron las formaciones, encuentros y prácticas en el acompañamiento a la mujer, en la escucha generosa y en la facilitación de rituales y ceremonias.

Me habitan siempre las semillas que me confiaron. De ellas, nace esta invitación a ir hacia dentro, muy adentro. Hasta encontrar esa punta de ovillo que, en medio de la oscuridad, la incertidumbre o la incomodidad, nos ayude a caminar. Y nos transforme, mientras transitamos nuestra biografía íntima y vital.